lunes, 22 de abril de 2013

La muerte comienza lentamente cuando mi mente te recuerda...



Hay una camino en la vida que es cuál debes tomar, debes subir, bajar, caerte y levantar todos tus sueños alguna vez. Fue un gusto conocerte, pero cuando el camino dobla, ¿por qué yo debería seguir derecho, cariño? Uno decide la vida rápida, conocerlo todo y ser feliz muchos instantes, quizás ser feliz la vida entera esperando un milagro de no aburrirte de caminar despacio, de ver lo mismo mucho tiempo y esperar algo que jamás pasará.
Soltarlo todo, tenerlo otra vez, quererlo, perseguirlo, ¿por qué debes buscar tanto tiempo algo que está siguiéndote? Un chico malo no entiende la fama de tener todo lo que esperas sentándote a verlo, ¿crees que es algo que no vale la pena? Siempre quise tener rosas en la entrada, una enorme sonrisa y que digas: "Jamás esperé conocerte, pero ¿sabes algo? Es un gusto". 
Es mala la noche, es malo el alcohol que bebemos. El perfume barato, las rondas que jamás acaban. Todo podría acabarse, ¿pero quieres saber qué te espera? Deberás juntar las rosas y quemarlas, jamás he estado tan feliz. Encendí solo una luz y tú siempre sonríes, es tan raro, cariño.
Mis ideas giran, siento miedo de caer, pero el mundo me grita que tus manos son tan suaves, cariño. Sin buscar direcciones encuentro más rosas, tu nombre, un pequeño grado de mi sensatez comienza a morir, mi mente se nubla cuando te huelo, es el mundo que me da lo que merezco; la muerte comienza lentamente cuando mi mente te recuerda, es padecer siendo fría, algo raro pero jamás olvidaré tus primeras palabras: "Es un gusto conocerte".

sábado, 13 de abril de 2013

Las mujeres libres caminamos sin voltearnos a ver.



Caminar los mismos pasos bajo mi sol otra vez, ¿por qué lo haces? ¿Por qué intentas hacerme llorar? Cuando la lluvia caía tus miradas eran frías, destinadas a algo que no veías con amor y déjame añadir, que jamás pensé que eso sucedería. Esperaba algo más, algo menos, algo distinto. Sin embargo, la vida continúa y un hombre a los 15 años, solo puede ser una distracción, una simple sonrisa y un poco de tiempo, la vida se encamina según tú vivas, ¿y adivina qué? Mi vida comenzó el sábado a la noche, otra vez.

Definitivamente no soy un ángel, no soy nada de lo que podrías esperar que sea. La noche es una tentación a la cuál no puedo resistirme, si me dices que todo saldrá bien, sé que voy a arruinarlo. Mi vida ha cambiado, yo he cambiado, tú has cambiado, ¿y qué sería si las cosas sucedieran igual? Una absurda e ilógica razón, que pasará. 
Estoy besando las estrellas, con tu amigo lo sé, pero ¿qué diablos podría interesarte eso si una botella de vino puede ser más importante que yo? Jamás lo entendiste, no veo por qué deberías hacerlo, ahora. Las cosas jamás volverán a ser lo que fueron, ¡solo enciérrate en alguna fiesta! ¿Qué harás al respecto? 

Sé que dijimos que eso nunca cambiaría, sin embargo, ¿recuerdas quién besó primero a otra persona? ¡No puedo negar que te quiero, pero es imposible no sentir odio! 
Las mujeres libres caminamos sin voltearnos a ver, puedes cogerte a todo el mundo, ¡la vida te cogerá! Ojalá fuera literal, pero un sentido figurado siempre será más doloroso. 

Una gran parte de mi amor, te la di, y toda la otra está multiplicándose. Solo guárdate tus palabras, tus celos, tu despecho. El amor es un juego que ya has perdido conmigo, bebé. 

jueves, 4 de abril de 2013

Maldito perro rastrero



Hace poco mi garganta se hundía en la simple predicción de tener. Mi mundo está simplemente como jamás lo estuvo, mis sentimientos son la escalera al infierno; no tengo paz, no tengo amor. Solo sombras, tristeza y recuerdos, de lo que fue e imágenes fugases de lo que debió haber sido.
Es lo único que mi mente recuerda sin remordimientos, el momento en que todo fue jodido. Jamás me dolió la tristeza, hasta que supe que esta vez no estaba en mis manos malograrla, porque fuiste tú quién tomó el timón cuando la neblina no nos dejaba ver, lastimosamente, cariño, has sido tú quien estrelló el barco.
No puedo llorarte, no preguntes por qué, pero duele así mis lágrimas no caigan, así mis palabras hoy no se oigan, mi corazón late tenue y a mi vida le duele tu ausencia.
Maldito perro rastrero, jamás encontrarás algo tan dulcemente peligroso y estoy tan orgullosa de eso. Estoy tan orgullosa de que no encuentres a otra arpía como lo fui contigo, cariño.