El sentimiento es como una pierda en mi camino, me tumba. Desde el punto que analice la oración, no puedo comprender por qué sigo nombrándote indirectamente en ella. Se puede decir que no es lo más horrible, pero sí lo más doloroso. Algo tan contradictorio como consumir hielo en invierno o encender la calefacción en medio de diciembre.
No hay reglas, ni correcto, ni erróneo. Simplemente estamos aquí, esperando un milagro. Solté el mar de palabras que inundaba mi cabeza cada noche, el viento se llevó esas palabras y ya no tengo otras por decir. También hablaste, pero mi mente jamás dejará ir esas palabras.
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