lunes, 11 de noviembre de 2013

♥/♥ Técnica de Compases Adelantados.

♥/♥
  Esa era nuestra absurda pelea. Yo apuntaba con mis ideas y tú con las manos en alto clamabas que deje de exprimir tanto. El amor más raro y asqueroso que alguien quisiera probar, aún así era nuestro mejor capital y no teníamos ánimos de dejar el masoquismo producido, ¿qué podía hacernos caer? Ya varias veces habíamos habitado la cima, ¿por qué querer caer ahora? Ya nadie nos aceptaría allí debajo, solo las espinas.
  No había nada que proporcionara un gramo de seguridad. Sin embargo, las razones seguían pareciendo igualitarias, recíprocas y sacando conclusiones un poco inteligentes, me arriesgaría a decir que podríamos calificarlas también como democráticas. Si había algo claro, cariño, era que ninguno de los dos estaba dispuesto a perder una batalla. 
  Ibas a quedarte, yo iba a quedarme. El fuego no era una maniobra de escape, era la canción de fuga que ninguno de los dos estaba dispuesto a acompañar. La esperanza era un manojo de mierda, pues ninguno de los dos la quería tomar. Quién sabe qué mierda nos hizo el orgullo tan doblegado antes de preguntar si debíamos estar en nuestros caminos cruzados. Pero ahí estábamos, unos ciertos compaces adelantados, unas cuantas notas arriba a veces y otras demasiadas abajo otras cuantas. Eramos tan desiguales y aún así para todos funcionábamos como un engranaje perfecto. Endemoniados, poseídos, asqueados de tanto éxito. 
  Nadie entendía tanta idea tan básica, era lógico. No tenía sentido y eso lo hacía parecer serio, irónico, ¿no? 


Me iré al puto infierno prendida de tu alma, porque el aire que respiras se convierte en la droga que yo quiero. Vendrás al mundo rojo atado a mis huesos, porque mi sexo es tu droga y no vas a dejarla. 

SOMOS DEMONIOS INTENTANDO SER MENOS QUE SER. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario