lunes, 6 de agosto de 2012

Todo comienza por el amor propio.



Probablemente esté hundiendo mi integridad bajo tierra, después de todo ya no la tengo. Solo no entiendo porqué enfermarse con una persona y una elección que va más allá de lo que yo, como espectadora, interprete en la obra teatral barata que presenta la sociedad de "mente cerrada" para cada uno de nosotros, los raros y ustedes, los superiores.
Debería entender que nacer con la mente cerrada y limitarse a entender lo que se presenta escrito por alguien más, es un estilo de vida tan básico como no vivir. Tú podrías ser ellos, y no creo que desaparecer en la discriminación hundido de insultos y etiquetas como: "puto, gay, monstruo, enfermo, deforme", sea algo grato y digno de alguien que simplemente, elije ser feliz aceptándose a sí mismo tal como es. 

Personalmente sostengo la firme idea de que todo comienza con el proceso inverso a la aceptación. Y no la aceptación a alguien más, más bien la aceptación propia. Muchos canalizan la inseguridad que poseen sobre ellos mismos criticando a los demás, intentando que tengan sus mismos defectos, ya que no soportan la idea de ser inferiores referido a mente. Las ideas de cerradez y las ideas de no aceptar que alguien sea distinto a nosotros, es lo que más nos cuesta como personas. Aún así, es lo que debemos practicar a diario incrementar en nosotros. La homosexualidad, al igual que la heterosexualidad es un estilo de vida. Aún así, todo comienza por el amor propio. 

Sobre-valorándonos por ser  el ejemplo que algunos han impuesto por "correcto"creemos que nosotros estamos bien, porque nosotros somos el prototipo que la sociedad "requiere". En realidad, somos los causantes de tanta cobardía en los hombres que nunca aceptan sus concepciones  Somos los causantes de tanta falta de pudor y auto-respeto en las mujeres.

Siento admiración por las personas con diferente elección sexual a la mía. Siento admiración hacia ellos porque tienen el valor de ser diferentes sin importar lo que los demás digan. Siendo gran admiración hacia ellos y su forma de amar puramente y sin condiciones. ¿Sabes qué? Prefiero a una persona homosexual, "enferma" como tú dices, antes que a una egoísta, egocéntrica y mal-educada persona "heterosexual". 

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