domingo, 27 de mayo de 2012

Segundas oportunidades sinónimos de "cobardía".





El mundo está mirándome como si lo que hiciera estuviese tan mal. Me indigna pensar lo que ellos creen de mí, estoy mirando lejos aún el cigarro y el alcohol no pasan por donde me siento a meditar, eso es bueno. 
Gracias, no necesito más tiempo. Las segundas oportunidades son aquellas que se contraen en el cambio, aquellas que se niegan a avanzar y precipitadamente desaparecen. Especial para cobardes. No creo en segundas oportunidades, pero cuando tú lo dices suena tan convincente. Hola, estás tumbándome. 


Es difícil de escuchar porque estoy perdida en el tiempo. La gente me mira mal, eso no me interesa. Siento olor a humo de cigarrillo, mis pies sangran tras estos zapatos, mi vestido aprieta hasta arriba de mis rodillas. No vi tal escote antes de salir, mi delineador está chorreando sobre mis mejillas, ¡jodida lluvia! Mis pulseras pesan en mis manos, los anillos están logrando fastidiarme. Abro mi mochila, aquella vieja mochila de "Nirvana" y solo encuentro allí un viejo encendedor, delineador negro y más pulseras, como si fuera interesante urguetear aquí. Lejos a mi alrededor las risas son simples y falsas, como todo lo que nos rodea. Más allá de esa falsedad la buena música resuena suave y callada, es mi mente. "Puedo verlo en tus ojos, me quieres muerta". Joder, como siento morir ahora. El frío no es un buen compañero, mucho menos cuando todo es psicológico. 


Eres lo que eres y no puedes apostar a los demás, deberás apostar a ti mismo. Fe, diablos... nunca creí que lo diría. La fe es lo que te moverá y más allá de todos, pueden irse a la mierda. He descifrado que nadie es tan importante, ni yo incluso. Arriesgarse, tener expectativas de algo en alguien... son cosas de personas inseguras. Simplemente, hay que sonreír sin sentido y decir que todo acabará. Porque a fin de cuentas estamos vivos momentáneamente. Necesitas más que ese viejo recuerdo y el silencio de tu alma. Necesitas diversión, descontrol. Es lo que a mí me dictan, más bien... lo que yo me dicto; ¿y tú? Tú no mandarás. Tú no serás importante, no dejaré que impidas que lo pierda todo y sea la "Señorita Miseria". No dejaré que impidas que mi cabeza vuele en círculos y mis piernas tiemblen cuando no tenga equilibrio y maldiga mis tacones.


Cuando necesitas que alguien te salve, estás mal. Y eso no será escusa para que "alguien te salve". Solo será la maldita causa para que "alguien te hunda". Deja de mirarme, levanta tu trasero y patea a la inversa. Si caes, no frenas. Diablos, sería tan entretenido enterrarte 8 metros bajo tierra. Pero te lo dejaré a ti mismo, no te será trabajo.


Recuerda, segundas oportunidades sinónimos de "cobardía". 

No hay comentarios:

Publicar un comentario