lunes, 28 de mayo de 2012

Sonríe, cariño.

Hablando de ciertas palabras, podría comenzar a discutir actitudes. Momentáneamente, mi cabeza explota. No es nada personal pero dijiste que no debería dejarte caer, vamos... siéntate sobre la barra a mover tus pies astutamente. 
Te extraño, son palabras que no voy a decir. Estoy pensando en tomar mi cabeza y jalaría hasta que desaparezca, tal como he hecho con cada parte de mi corazón. Podría rezarle a Dios por tu alma o quizás sea la simple ilusión de que escuche la que me hace correr en círculos ahora. Si de perder cosas se trata, debería saber que el mundo está cachando mis ojos. 


He caído en el pozo de la desesperación y la angustia, mi autodestrucción comienza a ser vital y eso me asusta más aún, ¿cuánto valor más tendré que sobre llevar para que el mundo me sonría al menos una vez? ¿Cuántas veces más tendré que patearle el trasero a quien va a delante para que camine? ¿Quién sonreirá cuando ya nadie esté? Lo lamento, estoy hablando sin sentido, otra vez. Quizás sea esta bebida en mi baso, ¿qué es? Oh, lo lamento otra vez, lo sé debería dejar de decir lo lamento, ya que no lo lamento. Simplemente, estoy esperando mi turno para morder tus venas. Sonríe, cariño. 

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