lunes, 1 de octubre de 2012

No soy nada, pero tampoco tú.


Yo estoy arriba, mientras tú cae y yo río. Esta vez no me harás caer, porque no voy a dejarte. Esta vez no voy a llorarte. Allí vas cayendo, sigues fumando, ¡qué lástima, mi amor! Tú me dejaste escapar, pero no es algo que deba lamentar porque en el millón eres solo uno.
Tus ojos se cierran en esa cara de hipocresía acrecentándote con esos humos de cigarros a tu alrededor, mientras me ahogaba tú solo decías: “disfruta”. Estoy lejos de eso, estoy lejos de tanta muerte cercana. Tú lo ves, yo lo veo. Tú lo sientes, yo lo aborrezco. Si es solo un juego no jugaré, si es un estilo prefiero huir.
Suenan esos compases inmundos abriendo paso a nosotros, como uno. Monstruos, así se apodan. Es hora de que agite tu whisky cantando como una estúpida, o quizás es hora de que te mande al diablo mientras me largo del pedestal que has creado vomitando tanto alcohol.
Si eres aquella maravilla que consideré, eres la peor maravilla del planeta. Allí vas, cayendo. Aquí estoy, en el pánico y me hago llamar “Señorita Miseria”. Soy de las adictas que no son adictas, soy de las vomitivas que no vomita, soy de las idiotas que no es idiota. Soy de las que son pero no quieren. Soy súper fuerte, porque soy la señorita nada, la señorita que lo ha perdido todo, pero prefiere tener nada.
Vamos, toma otro vaso, ¡se siente sexy! Te aborrezco, pequeño gran peligro. Extrañarte no es un punto y coma, no soy un desastre pero puedo saludar. Bailando rock and roll y deslizando, deslizando mi alma. Fumando y tomando, no soy yo. Si las píldoras caen tú las pisarás. Si el alcohol no se bebe te bañarás. En el futuro escalando, no es lejano. Pero lo perdí todo.
Orgullosa de los logros busco satisfacción, no vas. Te quedas sentado y llorando, porque no eres tú. Extrañarte ahora es un punto y seguido, donde quedan mis oraciones. Ya estoy rezando por volver, pero no voy a torcer mis ideas. Ahora soy yo quien no se quiere ir. Soy la estúpida que se arrepiente e intenta ser quien no puede ser. Vamos a jugar a romperlo, y luego intentar tenerlo. Si ya no tengo nada, no perderé más.
Si vas a perderte en mi mente, intenta que no te vea llorar. Porque el motivo de mi risa no te gustará. Escalaré sin dejarte ir, porque no quiero vivir atada a ti, no soy nada, pero tampoco tú. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario