sábado, 20 de octubre de 2012

Seguirás padeciendo lo que tú mismo has escrito.


Me tenías a tus pies cuando todo pasó, ahora estoy lejos y eso es lo que pasa, tú quieres volver y yo quiero volar. No hay nada que pueda salvarse, tú lo has roto y eso no vale. Ahora hay que moverse y comenzar a buscar, algo que sea lo que necesite para volver a lo que hemos sido. Si quieres repararlo tendrás que trabajar duro. No soy lo que quiero, no eres lo que quiero. No hay nada que lo repare ahora, no hay nada más que mierda.
Somos dos entre tres y mucho es multitud. Somos pocos y los centavos se queman. Vamos perdiendo altura, vamos a caer. Sin embargo, me importa poco de ti, yo solo quiero humo. Quiero sentirme libre mientras tú te hundes. Voy a saludar, para que entiendas que soy buena en lo que hago no hay errores graves. No hay crimen perfecto y eso no interesa.
Deja de cantar esa putrefacta canción, intenta levantarte. La estabilidad te apresura y tú solo sigues allí mirándome. No soy un Dios de lo que amas, solo busco encontrar en ti algo distinto. Me vas a odiar mientras tengas vida, pero no importa… me hace feliz.
Estoy jugando a ser la reina. Aniquilándote de a poco. Sé lo que siente, sé lo que piensas. Soy tu Dios, el Dios del sufrimiento. Lo vas perdiendo y te gusta. Sé que quires aquí, te lo daré… mientras aceptes, que el control siempre lo tendré yo. Soy la deuña aquí de tus sentimientos. Tú lloraras cuando mis manos lo indiquen. Tú sonreirás cuando todo sea malo, porque eres el idiota… el que nunca entiende que soy quien maneja todo.
No toques los sueños en la eternidad, no sientas la suciedad de mi piel. No des privilegios a quien no merece ser salvado hoy. Yo soy la Reina Dolor. Vamos a jugar, quiero divertirme. Pásame el alcohol y seremos los reyes. A ti te gusta el juego, a ti te gustan las damas. A ti te gusto yo porque soy lo que deseabas. Porque te encanta sentir el olor a cigarro.
Te gusta controlar, pero yo soy la dueña. Tú solo juegas a tenerlo todo por un rato, para luego caer, porque amas caer. Amas tu propia desdicha. Eres un idiota. Un joven idiota. No voy a cambiarlo hasta que mueras.
Seguirás padeciendo lo que tú mismo has escrito. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario