miércoles, 31 de octubre de 2012

Ya no prometas ser fuerte, porque somos débiles.



Son parte de mí y aún así los aborrezco, aunque el amor los une una vez más. Siento como si cayera, pero nunca tocara suelo. Extraño los segundos en tus ojos, hecho de menos tantas cosas, ¿cómo odiarte? Si después de cada palabra tú sigues siendo lo que quiero tener. He llegado al punto más alto del masoquismo, he llegado a dejar de pensar en mí, por pensar en ti. No soy perfecta, no soy la indicada. Pero lo cambiaría todo por dos simples palabras estúpidas.
Necesito que quieras, quiero que necesites. Lo haces, pero no basta tu necesidad. La quieras, me haces sentir baja. Intento tenerlo, intento dejarlo. Intento ser quien amases, pero... tú, tú simplemente ignoras todo eso. ¿Por qué es tan difícil? ¿Por qué si lo queremos está así?
Solo quiero tirarlo al vacío, pero aquí está, en mi mano. Aún intento creer que podrá despegarse de mí, aún tengo la esperanza de que no seremos, porque dolerá.
Necesito abrir las puertas y huir, dejarlo aquí. Enterrarlo. Siento que sobro, siento que soy la obligación por culpa y no soporto estar más aquí.
Ya no prometas ser fuerte, porque somos débiles.

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