miércoles, 2 de enero de 2013

No podrás llamar perra a quien amas, indirectamente, quieres algo de mí.

Sin embargo, por más que puedas cambiar el mundo, la gente se empecina en hacerte caer. Soy un alma perdida, porque no me importó venderlo todo al sol, allí podría quemarse y se vería mucho mejor, ¿no? Despertar sola es un delito imperdonable para ti, ¡Bienvenidos! Es la vida a la cual ellos llaman, absurdamente, "real".
¿Hay algo real? Porque lo real no cambia, ¿o sí? Estamos de paso, ojalá podríamos quitarnos el sol. Hay un mundo extraño en el cual ustedes viven, es tan aburrido y cuadrado. Estamos detrás de la sombra de quienes quieren el poder y se hunden ambiciosos en su propia sombra de veneno, ¡Mátame y quítame el sol!
Debería de existir alguna alerta para quienes caemos en el juego. Pero vamos, aquí estoy, ¡Golpéame! Soy fuerte, mientras no toques, mientras no hables. Sé que te molesta verme de pie, ¡Soy viva y no muerdo! No podrás llamar perra a quien amas, indirectamente, quieres algo de mí. Aleja el tiempo, destruye tus ideas, sé que quieres verlo y tirarlo, pero no. No vengo de la ciudad donde nacen las perras, soy de las que les importa una mierda el mundo. No vas a cambiarlo, no puedes cuestionar, ¡Patéticamente imbécil!
No estás hiriéndome, no hay nada que pueda cortarme en ti. Soy la perra que jamás podrás tener, ojalá entendieras eso. Pégame imbécil, no te costará caro. Simplemente perderás lo que tienes. La reputación, es una cosa absurda, desquita tus ansias porque jamás seré tu perra.

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