viernes, 25 de enero de 2013

¡tus dulces miserias, son el infierno más dulce que mi corazón podría tocar!

FUCK ME!

La felicidad apunta en mi pecho con una pistola, ¡estoy totalmente loca! Me siento sucia, una mierda, pero eso por primera vez en tantos años, no es nada de lo que me arrepienta. Podría quemarme en el infierno o soplar leones en el medio de un campo ardido en verdes y flores, como todo mundo pretende; pero soy feliz, porque dentro de mi corazón están tatuadas las letras que me podrían hacer hundir en un pozo de mierda o elevarme a las nubes tomando whisky y hablando de metal pesado.
El mundo aplasta las ideas minimalistas, hay que desear en grande siendo humilde a la vez, ¿qué clase de prejuicio absurdo es ese? Estoy dispuesta a quemar todos los papeles que intenten interponerse en mi camino sucio y bajo hacia la felicidad oscura, patear traseros es una tarea dulcemente magnifica.
Podrías mirarme, haríamos explotar la heroína, serías mi castillo de cartas. En esta ocasión amaría ser la bala que sale ardiente de tu pistola, ¡Estoy jodidamente perdida! Asquerosamente bañada en tu putrefacta mente, la lujuria es la idea central de tu diminuto e ignorante cerebro.

Hoy que mi vida no tiene demasiado sentido, las palabras son más que palabras, inmundos pensamientos atroces que chocan contra la oscuridad elevadamente dura y fuerte de mi mente. 
Mete tus palabras en tu trasero, camina con orgullo y déjate zafar del acantilado, ¡tus dulces miserias, son el infierno más dulce que mi corazón podría tocar!

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