domingo, 5 de mayo de 2013

El último encuentro.

Después de todo, la mierda sigue siendo la misma, sea con quien sea. El mundo es pequeño, aún así la vida jamás ha pensado en sonreírme. Jamás he tenido la puta suerte de verme sonriendo cuando alguien me diga palabras, considerándolas lindas. La vida solo me ha concebido la felicidad del cerebro y la danza, algo que jamás me servirá para no estar sola.

La soledad es el punto que hoy me hunde y me ahoga en mis propias palabras. Hoy lo extraño, cuando simplemente ayer lo odie.

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